La dermatitis seborreica es una enfermedad cutánea inflamatoria crónica que cursa en brotes. Se caracteriza por la presencia de eritema, escamas y costras oleosas en cuero cabelludo, conductos auditivos externos, región retroauricular, cejas, pliegues nasolabiales y región esternal. Suele presentar una distribución más difusa que las lesiones de tiña y no suele acompañarse de alopecia ni adenopatías reactivas¹.

La alopecia areata es una alopecia no cicatricial inflamatoria de origen autoinmune. Clínicamente se presenta en forma de parches alopécicos ovales bien delimitados y asintomáticos. La tricoscopia de las lesiones suele mostrar pelos en “signo de exclamación”, altamente sugestivos de esta entidad. A diferencia de la Tinea capitis, no suele presentar cambios epidérmicos, inflamación ni formación de costras^1,2.

La Tinea capitis es una infección del cuero cabelludo causada por dermatofitos, principalmente de los géneros Microsporum y Trichophyton, que se presenta con frecuencia en la infancia. Según su forma de presentación se puede dividir en no inflamatoria e inflamatoria, englobándose dentro de estas últimas el querion. Típicamente el querion se caracteriza por la aparición de una placa, habitualmente única, inflamatoria y dolorosa, con presencia de cabellos rotos y secreción purulenta folicular (signo de la espumadera) en las zonas afectadas. La aparición de adenopatías reactivas suboccipitales o laterocervicales es frecuente en esta entidad. El diagnóstico y tratamiento rápidos son esenciales para prevenir el desarrollo de una sobreinfección bacteriana y la aparición de alopecia permanente. El diagnóstico pasa por la toma de muestras para cultivo, que generalmente necesita más de dos semanas para dar resultados. En cuanto al tratamiento, es necesario emplear antifúngicos sistémicos durante periodos prolongados (4-6 semanas). La griseofulvina está especialmente indicada en las infecciones por hongos del género Microsporum y la terbinafina en el caso de infecciones secundarias al género Trichophyton. En los casos de querion, si el cultivo confirma sobreinfección bacteriana, es necesario asociar tratamiento antibiótico^1-4.

El ántrax o forunulosis se debe a la infección profunda de varios folículos pilosos producida por S. aureus. Se caracteriza por la aparición de nódulos dolorosos perifoliculares que pueden ulcerarse drenando material purulento similar al que se observa en las placas del querion, de ahí que sea esencial realizar el diagnóstico diferencial entre ambas entidades¹. Mientras que en el querion el pus se debe a la inflamación secundaria a la infección fúngica, en el ántrax el pus traduce la presencia de una infección bacteriana subyacente³.